Introducción al concepto de » Salud asociada al uso de sustancias» desarrollado por CAPSA, miembro de Dianova International, y entrevista con Gord Garner, Director Ejecutivo.

El siguiente texto ha sido adaptado del folleto de CAPSA «Comprender la salud asociada al uso de sustancias: una cuestión de equidad» – ver folleto en inglés o francés

La Asociación Comunitaria de Apoyo a la Adicción entre Pares, o CAPSA, se creó en Ottawa (Canadá) en 2013 con el objetivo de visibilizar y ayudar a las personas afectadas por el consumo de sustancias psicoactivas para que se conviertan en miembros de pleno derecho de la comunidad, y poner de manifiesto los temas asociados al consumo de sustancias.

En Canadá, CAPSA es un líder nacional en la lucha contra el estigma y sus consecuencias para quienes consumen sustancias y/o tienen un trastorno por consumo de sustancias. La organización también pretende identificar y abordar el estigma sistémico que aún está arraigado en las organizaciones.

CAPSA colabora con varias organizaciones para proporcionar educación al consumo de sustancias, el estigma asociado a los trastornos por consumo de sustancias y el uso de un lenguaje centrado en la persona para reducir el estigma y la discriminación. Para lograr estos objetivos, la organización trabaja con expertos y expertas con una experiencia vivida del problema.

Como parte de su compromiso con las personas que consumen sustancias, la organización ha desarrollado el concepto de salud asociada al uso de sustancias, lo cual pretende satisfacer las necesidades de las personas allí donde se encuentran, sin ningún tipo de estigma. También garantiza un acceso equitativo a los programas y servicios sanitarios, así como a la información basada en pruebas sobre el consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias.

¿Qué es la salud asociada al uso de sustancias?

Para muchos, la salud física y la salud mental se consideran un contínuum o un espectro, con múltiples soportes para asegurar el bienestar a lo largo de la vida, sin enfermedades. A pesar de ello, el consumo de sustancias sigue siendo con demasiada frecuencia sinónimo de adicción/trastorno por consumo de sustancias (TUS). Este estereotipo sólo presenta el consumo de sustancias como un trastorno agudo en sí mismo, lo que claramente no es. En realidad, la salud asociada al uso de sustancias también forma parte de un continuo, al igual que la salud física y mental.

En Canadá, el 78 % de las personas mayores de 15 años declararon haber consumido alcohol, el 22 % drogas psicoactivas, el 18 % tabaco y el 15 % otros tipos de sustancias psicoactivas[1]. En Europa, se estima que el 19 % de los jóvenes de entre 15 y 24 años ha consumido cannabis en el último año[2], mientras que casi el 60 % de los mayores de 15 años ha consumido alcohol[3] y el 25 %, tabaco[4].

Estas cifras nos demuestran que el consumo de sustancias es un fenómeno común, al menos en los países occidentales, por lo que adoptar un lenguaje sin prejuicios ni estigmas debe convertirse en una prioridad para superar las ideas preconcebidas que nos llevan a asociar el consumo de sustancias con comportamientos nocivos y otros trastornos potencialmente asociados.

Capacitar a las personas para que alcancen sus propios objetivos de salud

En Canadá, este cambio hacia la salud asociada al uso de sustancias ha ido acompañado de un renovado interés por las políticas, los programas, los servicios y los apoyos basados en pruebas y diseñados para capacitar a las personas para que alcancen sus propios objetivos de salud.

Los servicios de salud física y mental han implementado, en la atención y en los resultados, un enfoque centrado en el cliente haciendo hincapié en la atención integrada e individualizada, la toma de decisiones compartida y la empatía terapéutica sin prejuicios. En el ámbito de la atención sanitaria por consumo de sustancias, la adopción de un modelo similar basado en el apoyo a los objetivos autoidentificados parecería eliminar las barreras de acceso a los servicios de salud, ayudar a mejorar los determinantes sociales de la salud[5] y facilitar una atención culturalmente segura y sensible al trauma y la violencia[6].

La abstinencia, un objetivo como cualquier otro

CAPSA y sus partners creen que debemos dejar de poner la énfasis en la abstinencia como criterio principal de éxito de los servicios de salud relacionados al consumo de sustancias, y centrarse en otros parámetros, incluidos los objetivos de bienestar de las propias personas. Esta visión, que incluye múltiples vías de recuperación, eliminará las barreras que con demasiada frecuencia impiden a las personas con problemas complejos – como los TUS y otros trastornos concurrentes – buscar ayuda libremente.

La ambición de CAPSA es alimentar un debate nacional sobre estas cuestiones, promover la innovación en la atención y, en última instancia, establecer un modelo de salud pública que funcione en todo el contínuum de la salud asociada al uso de sustancias. Este enfoque, ya aplicado por CAPSA con el programa «All People All Pathways», tiene en cuenta la multiplicidad de las trayectorias individuales y ofrece a las personas un entorno seguro y no estigmatizante.

En Dianova, creemos que el concepto de salud asociada al uso de sustancias desarrollado por CAPSA debería contribuir a la evolución de la atención sanitaria, así como a la evolución de las percepciones. Por ello, Dianova apoya todos los enfoques que contribuyan a poner fin al estigma del consumo de sustancias y se une al movimiento para eliminar las barreras y otras desigualdades que impiden a las personas acceder a la atención sanitaria.

[1] Cifras de Statistics Canada 2021 – cifras del año 2017, excluyendo a las personas que viven en el Yukón, los Territorios del Noroeste, Nunavut y las que viven a tiempo completo en instituciones residenciales.

[2] European Drug Report 2022: Trends and Developments(EMCDDA)

[3] Global status report on alcohol and health 2018 – (WHO)

[4] Prevalence of tobacco use among adults in the WHO European region

[5] Community Catalyst et al., 2021

[6] Marchand et al., 2019